SOY MAESTRA
Soy
maestra, “Maestra de Enseñanza Primaria”,
así reza en el título,
aunque eso no signifique nada.
Vivo a orillas del Rhin, entre
emigrantes.
Cada día entro en el aula prestada de
una clase
que huele a algas, a acentos de
chiquillos que se alzan
en una tierra que los va robando.
A
veces voy al río, me gusta el agua,
el agua como ayer, el poniente amarillo,
quedarme a solas con la lejanía.
Sí,
soy maestra,
maestra de una historia legendaria,
de la historia de España y su grandeza,
de
nostalgias secretas,
de
un fuego que da luz a mis palabras.
El
corazón se avanza en el paisaje.
Caminar, ocupar los espacios poco a
poco.
Por las noches escribo
para llenar los huecos que me faltan.
Hago dibujos grandes, miro bien mi
contorno,
tomo notas, leo y medito.
A
veces echo lágrimas.
Ya
no sueño. A esta hora
se resisten los ojos, el pensamiento
duele,
las nubes amenazan. La tristeza
va delante y detrás. El reloj
marca horas anónimas , precisas.
La
musa está enlutada
y
apenas si soy yo
la que ayer se asomaba a la ventana.
Oh,
qué afán, cada instante en el frío,
de vestirme de sol, de brisa, de agua.
Hoy
me avanzo
bajo un cielo extranjero.
Voy
y vengo,
y mi vida se ahonda en el silencio.
Camino
por la nieve,
me arrastro por paisajes congelados:
de
la escuela a mi alma,
de
mi alma a mis versos.
No
tengo nada mío,
me
basto con mi sombra
y con este “no sé lo que me pasa”
que siempre va conmigo.
María Teresa Cervantes.
-Poema del libro ”A orillas del Rhin”-
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